Cuento:


El Cuarto Secreto

Había una vez en un país muy lejano, un niño llamado Jaime,



Jaime no tenía amigos con quien jugar, siempre estaba solo, mirando jugar a los demás.








Un día Jaime salió a caminar sin rumbo, sin lugar a donde ir, solo se dejó guiar por los que decía su corazón, mientras caminaba y caminaba, escuchaba pasos de alguien más y Jaimito muy asustado no quiso mirar atrás, solo pensó: “debo correr”, y corrió y corrió y corrió,












 Hasta que llego a una casa la cual llamo su atención, tenía un lindo jardín, con flores, mariposas, y pajarillos que cantaban muy felices, Jaimito se entusiasmó mucho y se aproximó más a la casa. Al llegar a la perta empezó a tocar (toc, toc, toc), pero nadie abrió, decidió entrar y la puerta detrás de él se cerró, la casa era grande y fea no era igual como estaba afuera,








Pero, siguió con curiosidad una luz que llamo su atención, era una luz muy brillante y Jaimito se aproximó.
-Waooo que luz más brillante, y mira a donde conduce, ¿habrá alguien ahí? empezó a preguntar, pero nadie respondió.










Jaimito siguió la luz y entro por un pasadizo secreto, en el habían muchos colores, un jardín precioso, con muchos animalitos.
Jaimito un poco tímido solo daba pequeños pasos y uno de los animalitos se acercó y le dijo:
-Hola, ¿Qué haces aquí? Hace mucho tiempo que no a vienen amigos a visitarnos.
Jaimito se sorprendió: -waooo puedes hablar, que impresionante.



-Así es, aquí todos mis amigos y yo podemos hablar.

-¿Tú tienes muchos amigos? preguntó Jaimito un poco triste.

-¡Claro que si¡, el animalito respondió.

-Yo no tengo amigos Jaimito triste miro.

-No te preocupes, aquí todos seremos tus amigos.

Jaimito estaba muy feliz ese lugar era grandioso tenía todo lo que quería, “amigos con quien jugar”, estaba tan emocionado que se le paso el tiempo.







-¡Oh¡ que tarde es, debo irme ya, pero volveré amigos míos fue lo que Jaimito alcanzó a decir a lo lejos, diciendo adiós a sus nuevos amigos.







Al llegar a su casa Jaimito se acercó a su mama:
-Mamá, mamá…, ya tengo amigos repetía varias veces y su mama emocionada le dijo:
-Me alegro hijo que ya tengas amigos, estoy muy feliz por ti hijo mío.
Y paso contándole todo a su mama
Al otro día Jaimito fue a la casa a encontrarse con sus amigos y jugo como el día anterior con ellos.












Y todos los días Jaimito salía a visitar a sus amigos muy feliz y contento, ese lugar, ese cuarto secreto era lo mejor, allí podía jugar, ser el mismo y lo más importante tener muchos amigos.



FIN

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Sonido como Recurso Didáctico

Poesia Madre